José María Gabriel y Galán (1870-1905)
Pese al oscurantismo de aquellos años hoy me traigo a la memoria a un poeta no por sus creencias ni por sus pensares sino por su trayectoria como maestro de escuela y de su vida dedicada a la enseñanza. Premiado y casi apadrinado después por Unamuno con el que mantuvo una intensa y asidua comunicación epistolar cabe significar en él que a pesar de su corta trayectoria por la edad la intensidad de su vida no deja de ser una de sus grandes valores. Sirvan estas líneas acompañadas de uno de sus sonetos las que me permitan rendir homenaje a su trabajo y a la vez un claro recuerdo de mi padre que en una antigua carta que encontré por casa me manuscribía sus poemas acumulados desde hace años como regalo por nada.