No todos hemos sido vencedores ni todos hemos sido vencidos cuando ahora el final de la aventura nos acerca a la montaña que se levanta en nuestros sueños, el pasado desfila rápidamente como pensamientos vacíos, ahora que empapados en miedo, temblorosos y atrapados dentro de una cálida envoltura de mantas rojas esperamos algo de la espera, nos encontraron por suerte quizás fue nuestro ligero equipaje de miseria el que sirviera para hacernos ver, era tan grande y tan completo que resultaba imposible no encontrarlo, era su tamaño hueco el que nos delataba cuando con manos quemadas por el sol e ilusiones rotas nos afanábamos en alcanzar la tierra, la tierra perseguida en otro sueño, una nueva tierra.
Nos Vemos en Sol, la revolucion necesita un nuevo poeta dramaturgo, novelista.
ResponderEliminartodos los dias a las 8 en la puerta del Sol
Un saludo