31 de agosto de 2012

GABRIEL Y GALAN

José María Gabriel y Galán (1870-1905)

Pese al oscurantismo de aquellos años hoy me traigo a la memoria a un poeta no por sus creencias ni por sus pensares sino por su trayectoria como maestro de escuela y de su vida dedicada a la enseñanza.  Premiado y casi apadrinado después por Unamuno con el que mantuvo una intensa y asidua comunicación epistolar cabe significar en él que a pesar de su corta trayectoria por la edad la intensidad de su vida no deja de ser una de sus grandes valores.  Sirvan estas líneas acompañadas de uno de sus sonetos las que me permitan rendir homenaje a su trabajo y a la vez un claro recuerdo de mi padre que en una antigua carta que encontré por casa me manuscribía sus poemas acumulados desde hace años como regalo por nada.

A UN RICO
(Soneto)   

¿Quién te ha dado tu hacienda o tu dinero?
O son fruto del trabajo honrado,
o el haber que tu padre te ha legado,
o el botín de un ladrón o un usurero.

Si el dinero que das al pordiosero

te lo dio tu sudor, te has sublimado;
si es herencia, ¡cuán bien lo has empleado!;
si es un robo, ¿qué das, mal caballero?

Yo he visto a un lobo que, de carne ahíto,

dejó comer los restos de un cabrito
a un perro ruin que presenció su robo.

Deja, ¡oh rico!, comer lo que te sobre,

porque algo más que un perro será un pobre,
y tú no querrás ser menos que un lobo.


21 de agosto de 2012

Con flores en el pelo.

Eran otros tiempos en los que la gente soñaba, con flores en el pelo como decía Scott McKenzie en su canción transformada en himno de los indignados de entonces.  Eran otras luchas, otras guerras diferentes más antiguas y que con el paso del tiempo llegamos a conprender que ahora no han dejado nunca de ser las mismas que las de siempre.  Yo por entonces era mucho más joven en edad de lo que ahora puedo llegar a ser, comenzaba mi efímera carrera de cantante y músico a la vez contando únicamente con el aprendizaje que de la corta vida transcurrida me había otorgado.  Transcurrían los años 60 y la gente se lanzaba a las calles igual que ahora, intentando cambiar un poco el mundo para todos, cambios que con el tiempo nos han llevado a ser hoy lo que somos.  España se nos quedaba pequeña y a pesar de tantos golpes y de tanta escasez se nos antojaba alcanzable la idea de otro mundo diferente, pero tan lejano que aún y ahora nunca hemos conseguido alcanzarlo pese a tantos intentos.  Todo se aglutinaba en torno a una canción, San Francisco, pero el santo daba lo mismo si como himno nos motivaba a cantar aquellas canciones contra la guerra del Vietnam, a ser beatle por un día, a ser rebeldes a nuestra manera, a llevar el pelo largo como modesto símbolo de protesta y luego tener que aguantar las regañinas sociales a las que como parte de nuestra historia y convencimiento ya estábamos habituados.  Un movimiento hippie del que nadie sabía, pero que cada uno se imaginaba y vivía a su manera  dejando por tierra la idea de que la gente no tiene imaginación ni autonomía para pensar, no estaba de más pensar y más cuando durante siglos y siglos este país ha sido el paradigma de la lucha contra el pensamiento.  Ahora aquellos hippies de entonces, convertidos en directivos de un reciente ahora quizás estén ya jubilados ó muertos, pero aún y a pesar de todas las barreras que se han extendido por el mundo desde siempre las ideas son las mismas y siguen vivas, ideas de aquellos hippies de los '60 transformados en indignados de ahora, claro que los tiempos cambian pero sólo los tiempos, la rebeldía es un estado único del que gracias a determinados pensamientos y luchas caducadas permanecen vivos ahora cuando más falta nos hace.